El diafragma es un músculo circular abovedado que se inserta en el borde torácico inferior, cuya concavidad queda orientada hacia abajo y hacia delante. Puede considerarse como un conjunto músculo-tendinoso de músculos que se originan en un punto del borde torácico y pasan a otro opuesto, con un tendón intermedio que es el “centro frénico”.

Debido a su gran extensión, toma inserción en varios puntos del tórax. Se inserta en los bordes costales de la pared torácica, los extremos de las costillas 11 y 12, la apófisis xifoides del esternón por delante y se prolonga hacia abajo hasta las primeras vértebras lumbares.

Esta situación y organización coloca al diafragma en una posición clave para relacionar en estructura y función a la región torácica con la abdominal. De hecho, está atravesado por diferentes estructuras que pertenecen a ambas cavidades: el esófago, la aorta abdominal, la vena cava inferior, nervios simpáticos y el sistema linfático. Por tanto, este músculo presenta una relación estructural directa con numerosas estructuras, como la pleura y el pulmón, el pericardio y el corazón, los elementos vasculares y nerviosos del mediastino, el estómago, el hígado, el duodeno y el páncreas.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

La función principal de este músculo es la respiración, propiciando el intercambio entre oxígeno y dióxido de carbono. Durante la inspiración, la porción periférica del diafragma se contrae desplazándose hacia abajo creando un vacío en la cavidad torácica, enderezando su curvatura, expandiendo la caja torácica, aumentando el diámetro vertical, desplazando el contenido abdominal hacia abajo y aumentando el volumen pulmonar con descenso de la presión pleural. Durante la espiración normal los diámetros torácicos disminuyen gracias al retroceso elástico al cesar la actividad muscular.

 

 

 

 

 

 

 

 

El diafragma también es importante para el control de la presión intraabdominal, oponiendo resistencia al movimiento ascendente del contenido abdominal cuando se contraen los músculos abdominales. De hecho, las vísceras abdominales se rigen por el “efecto turgor”, que quiere decir que cada víscera tiende a ocupar siempre el mayor espacio disponible posible, por tanto, el diafragma ayuda a controlar esta expansión visceral a nivel abdominal para que los órganos puedan funcionar correctamente. Podemos ver que, de esta forma, la perturbación de la movilidad diafragmática conlleva a una disminución de la movilidad de las vísceras provocando mala circulación, acumulación de secreciones y perturbación del tránsito.

Debido a las múltiples relaciones directas e indirectas del diafragma con las vísceras toracoabdominales, el espasmo del diafragma puede:

  • Repercutir a nivel torácico sobre los pulmones, el pericardio, el esófago, la vena cava, la aorta, la tráquea, la primera costilla, la vertebras dorsales y los nervios vagos. A nivel abdominal sobre el hígado, el estómago, el duodeno, el colon transverso, los riñones, glándulas suprarrenales, el bazo, el páncreas y la columna lumbar.
  • Un descenso del diafragma puede llegar a producir una tracción del pericardio y como consecuencia un descenso del corazón, una ptosis del hígado, el estómago, el intestino y de todas las vísceras abdominales produciendo perturbación de la estática pélvica lumbar, hernia de hiato, lumbalgias, cistitis, colitis, sigmoiditis entre otras.
  • Otros aspectos que provocan alteración del diafragma son las disfunciones en la estructura ósea, es decir, las disfunciones de las vértebras lumbares altas o dorsales bajas pueden ser fuente de espasmo del diafragma, y viceversa.

En resumen, podemos ver que el diafragma es el músculo más importante de la respiración, divide la cavidad torácica de la abdominal, tiene múltiples articulaciones viscerales que permite una interrelación dinámica con los mismos, hace parte de las líneas miofasciales encargadas de mantener la estática corporal, que los trastornos de la movilidad del diafragma pueden afectar las vísceras toracoabdominales con las que se relaciona, y que la disfunción del diafragma puede producir disfunción de las vértebras donde se inserta y de los músculos con los que tiene relación directa como el psoas y el cuadrado lumbar e indirecta con los demás músculos de la columna vertebral y del abdomen.

Por todo ello, y dada la gran importancia que tiene este músculo en el equilibrio de numerosas estructuras, desde la CLÍNICA FISIOTERAPIA DE BADALONA estamos especializados en identificar cualquier alteración que este músculo presente, así como las consecuencias sobre otros sistemas que pudiera ocasionar, y en desarrollar un plan de tratamiento encaminado a devolver su normalidad y equilibrio.

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