Primera visita

Realizaremos una historia clínica a partir de las patologías y lesiones pasadas y las actuales, los hábitos de alimentación y otras pruebas diagnósticas. Con esta información empezaremos a conocer el porqué de la visita.

Para nosotros es más importante la manera de como el paciente vive su problema, como lo siente, como lo alivia o como empeora. Las sutilezas del problema son la clave para el diagnóstico.
Iniciaremos la búsqueda de más pistas por medio de nuestra exploración fisioterapéutica. Nuestras manos nos indican las zonas que están en sufrimiento y conseguiremos realizar un diagnóstico global.

Utilizaremos una serie de técnicas precisas y suaves dependiendo de la patología del paciente, para restaurar las funciones sin sobrepasar la tolerancia del paciente.

Dentro de las 24-48 horas posteriores a la visita, el paciente percibe unos cambios en el estado de su patología.

Las siguientes visitas se realizaran dependiendo de su evolución para poder plantear la terapéutica a seguir. Es ideal poder llegar a alargar las visitas durante un tiempo para llegar a un mantenimiento. El tratamiento va progresando con las visitas.